jueves, 16 de diciembre de 2010

lunes, 6 de diciembre de 2010

BEATA OCAÑA II

Las siguientes intervenciones, las de esta entrada y las de la siguiente, fueron preparadas para “ACTORES IN CAUSIS SANCTORUM”, acto celebrado el 21 de mayo y organizado por “LA ROSA DEL VIETNAM” para la “HERMANDAD DE LA BEATA OCAÑA”, clausura de la exposición “OCAÑA 1973-83: ACCIONS, ACTUACIONS, ACTIVISME” celebrada del 25 de marzo al 24 de mayo, en “LA VIRREINA CENTRE DE LA IMATGE”.



















LA PUERTA DE ATRÁS

(UNA PEQUEÑA NOTA A PIE DE PÁGINA)


Mientras preparábamos estas intervenciones, pensaba básicamente en dos cosas. Por una parte, en la relación entre el cruising y el street art (aunque aquí quizás sería más exacto hablar de toilet art), creo que ambas experiencias tienen más cosas que las unen que las separan, ¿cuáles son? ¡adivinadlas! Por otra parte, me pregunté a mí mismo en los urinarios del CCCB cuál es la posición que ocupa Ocaña en la historia del arte, ¿es su posición dentro de ésta simplemente marginal? ¿Acaso ha sido relegado a los urinarios de las instituciones? Esperemos que no, la verdad…

ERMITA OCAÑA





Cuando me encargaron hacer este montaje no tenía ni idea de cómo encaminarlo, querían que la figura de Ocaña, distorsionada informáticamente, estuviera en los lavabos públicos como si fueran figuras teleplásticas. Yo quería ir un poco más allá de la imagen virtual de Ocaña que simulara las caras de Bélmez.
Empecé a indagar sobre la vida de Ocaña. Pintor controvertido de la transición española, performer ramblero, activista gay, personaje que descontextualizó los símbolos más españoles que la derecha franquista se había apoderado para llevarlos a una modernidad extrema. Esta última faceta era la que más me gustaba. La persona que nos encargó el trabajo quería basarse en su vida sexual. Ocaña era una persona sexualmente liberal y que sus prácticas eran hacer sexo con desconocidos en los lavabos públicos, lo que en el argot gay se llama crussing. ¿Cómo combinar lo que a mí me gustaba de Ocaña y lo que me pedían que hiciese de encargo?
Es muy común en la religión católica que además de tener el pueblo su iglesia tenga algunas ermitas dedicadas algún santo o virgen. Pequeños templos de culto con la figura o el retablo del correspondiente santo.
Me acuerdo que en la barriada del pueblo de mi padre había dos ermitas, una en mi calle del siglo dieciocho consagrada a la virgen del Pilar y otra detrás de mi casa en medio de huertos de olivos y avellaneros consagrado a Santa Bárbara construido a principios del siglo veinte. Los días se su humanística celebran fiesta en la correspondientes ermitas.
Mi intervención se inspira en las ermitas católicas de los pueblos del centro de España.
Empapelé todas las cuatros paredes de un cubículo de un water del lavabo de la Estación de Francia, lugar común donde se practica crussing, con imágenes de la Divina Pastora, virgen que pertenece al pueblo natal de Ocaña. En medio de tantas imágenes de la Divina Pastora en el centro está la imagen de Ocaña, muy pixelada y de color azul. Es una imagen del pintor con peineta mirando en este caso a quién entra a orinar o hacer una felación. Como en una ermita dónde es un lugar de recogimiento y protección al creyente de aquella divinidad que es consagrada, el lavabo graffiteado con estos stickers
con la “Santa Ocaña” protege a aquellos hombres que quieren esporádicamente hacer el amor o hacer una simple felación. La cara que desprende Ocaña puede ser una mujer de hace mucho tiempo que ha aparecido en el cúbiculo y que quiere intervenir como una vamp en el acto de dos hombres o la de una santa que con sus labios negros mancharse de dulce e inmaculada flema.

lunes, 1 de noviembre de 2010

WE ARE THE ROBOTS I






















“The Robots”

Kraftwerk


We're charging our battery
And now we're full of energy
We are the robots

We're functioning automatic
And we are dancing mechanic
We are the robots

Ja tvoi sluga, (I'm your slave)
ja tvoi Rabotnik (I'm your worker)

we are programmed just to do
anything you want us to
we are the robots

miércoles, 14 de abril de 2010

LA INVASIÓN DE LOS CLIPS I
















LOS CLIPS Y YO

Los clips de playmobil eran mis juguetes favoritos. Recuerdo cuando mi padre volvía los viernes del trabajo, ya que trabajaba fuera y sólo estaba con nosotros los fines de semana, y me traía un regalo, era una caja donde me esperaba un nuevo clip para mi colección. Mi clip favorito era uno que estaba vestido con frac, un bombín muy elegante le coronaba la cabeza. Cuando nos trasladamos de casa, perdí su bombín… Es una de las mayores pérdidas que me han sucedido en mi vida. He estado tantos años pensando sobre ello… Pero a esta pérdida, le seguiría una monumental… En la nueva casa solía jugar con ellos en las sobremesas de los sábados, me colocaba sobre una alfombra y dirigía mis películas con ellos como únicos protagonistas… Me hice mayor y poco a poco dejé de jugar, y un mal día le dije a mi madre: “Mamá, mamá… ¿Por qué no les das los clips a los niños pobres?” Y así fue en efecto. Entonces en pobre me convertí yo. Los echaba tanto de menos, no en el mismo momento, si no con el paso del tiempo… Hace unos dos años en el mercadillo del Tiergarten de Berlín me quedé embobado ante un puesto exclusivamente de clips, había tantos, y además de los clásicos. No me gustan los clips bomberos, ni los clips doctores, ni los clips granjeros, ni los clips piratas. Me gustan los clips cuya profesión no viene predeterminada, y esto sólo sucede con los clásicos, con los cuales puedo fantasear de una y mil maneras, hoy son aquello y mañana pueden ser esto otro… En el mercado de Sant Antoni de Barcelona, he recuperado algunos de “mis” clips, y uno de ellos lo he utilizado como modelo para esta nueva intervención… Los clips de playmobil eran, son y serán mis juguetes favoritos.